En ciertos distritos de Lima se han colocado semáforos que señalan el tiempo que falta para el cambio de la luz. Semáforos similares se instalaron en Toronto entre el 2006 y el 2008. Los economistas Sacha Kapoor y Arvind Magesan hicieron un estudio del impacto de éstos.
Uno podrÃa suponer que un semáforo con contador es más seguro porque avisa a los peatones del tiempo que les queda para cruzar la calle. Asà piensan las autoridades. Pero pueden estar equivocadas. Los semáforos con contador causaron más accidentes.
Al ofrecer información, el contador induce a modificar el patrón de conducta ante el riesgo. Aumenta asà el número de conductores que, con pocos segundos para cruzar, aceleran sus carros. Y el de aquellos que, del otro lado, pueden arrancar al toque.
Las buenas intenciones pueden generar consecuencias contrarias. Hace diez años se estableció en Nueva York y Pennsylvania la obligación de publicar información sobre la performance de médicos y hospitales.
¿Qué daño podrÃa hacer contar con más información? Al menos estimularÃa la capacitación continua de los médicos, porque sus pacientes preferirÃan a los de mejor desempeño. Pero algunos investigadores -Dranive, Kessler, McClellan y Satterthwaite- descubrieron una consecuencia trágica. Una vez que los cirujanos y hospitales del corazón supieron que los datos de mortalidad en cirugÃa se publicarÃan, empezaron a operar sólo a los pacientes más saludables. Los hospitales empezaron a evitar a los enfermos más graves. Los pacientes complicados empezaron a sufrir postergaciones en sus fechas de quirófano. El efecto neto resultó en un mayor gasto y más vÃctimas por ataques al corazón.
La transparencia suele hacer al mundo mejor, pero no siempre. A veces conviene ser selectivos, opina Tim Harford en el Financial Times. No siempre los pacientes entienden lo que implican los informes sobre la performance de doctores; y el aviso de cambio de luz ayuda a los peatones, pero aumenta los choques.